REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA (PROVISIONAL)
CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN
Período 131º
Reunión 6º - Sesión Ordinaria - 5 de junio de 2013
- 8 -
RÉGIMEN DE CENTROS DE ESTUDIANTES
Sr. Presidente (Domínguez).- Pasamos a considerar los
proyectos de ley sin disidencias ni observaciones.
Corresponde considerar el proyecto de ley sobre régimen de
centros de estudiantes en todas las instituciones educativas de nivel medio y
de nivel superior estatales y privadas, de gestión cooperativa y de gestión
social, contenido en el expediente 4865-D.-2012 y otros, Orden del Día Nº
1.981. (Aplausos en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- En consideración en general.
Tiene la palabra la señora diputada por Chaco.
Sra. Pilatti Vergara.- Señor presidente, señores diputados:
indudablemente es una tarde de muchas emociones. Quiero tomarme el
atrevimiento, en nombre de esta Cámara de Diputados, de dar la bienvenida a
todos los estudiantes que están visitando este Congreso, y especialmente a los
que integran los centros de estudiantes de la provincia del Chaco.
- Aplausos en las galerías.
Sra. Pilatti Vergara.- Ellos han venido a Buenos Aires pura
y exclusivamente para presenciar esta sesión en la que daremos sanción a este
proyecto de ley.
En segundo lugar, teniendo en cuenta que esta iniciativa se
originó en una propuesta de mi autoría, que fue acompañada por los señores
diputados Grosso, Perié y Brawer, la cual fue enriquecida con otros proyectos
que a posteriori impulsaron los señores diputados Larroque, Oporto y Linares,
quiero agradecer a todos ellos el compromiso y la voluntad de trabajar mancomunadamente
para que los cuatro proyectos pudieran consensuarse en uno.
Además, tengo que expresar un agradecimiento especial al
cuerpo de asesores de la Comisión de Educación de esta Cámara de Diputados,
porque con mucha idoneidad y trabajo han logrado hacer una síntesis
interesante.
Debo decir que llegamos a esta instancia después de muchos
años y de una historia muy rica de las luchas estudiantiles en la República
Argentina. En ese sentido, recordamos las luchas de los estudiantes universitarios,
y ya en la década del 70 las luchas estudiantiles de los alumnos de las
escuelas secundarias, muchos de los cuales fueron secuestrados y desaparecidos
durante la última dictadura militar, justamente por su compromiso, su
solidaridad, su preocupación por el otro y por la pelea constante en aras de
sus derechos a la educación y a los derechos sociales. De esas luchas también
participó en más de una ocasión el sector trabajador.
A pesar de todo eso, resultaba lamentable ver que en nuestro
país el reconocimiento a la creación de los centros de estudiantes se
encontraba con normas heterogéneas. Así, algunas provincias –como la del Chaco
y la de Buenos Aires‑ sancionaron en los últimos años normas
de alcance provincial, pero la gran mayoría no contaba con una
herramienta legal que reconociera el derecho de los estudiantes a organizarse
gremialmente, a participar, a trabajar y a ser parte de la comunidad educativa
en forma organizada.
Es por ello que hace seis años, durante mi paso por el
Ministerio de Educación de la provincia del Chaco, tuve la oportunidad de
trabajar con varios presidentes de centros de estudiantes de mi provincia y nos
pusimos el firme propósito de terminar nuestra gestión con la gran mayoría de
los centros de estudiantes constituidos.
Por lo tanto, luego de haber palpado el trabajo, el
compromiso, la pasión y la valentía puesta de manifiesto por nuestros jóvenes
para que todo esto se concrete, cuando llegué a esta Cámara de Diputados me
puse como principal objetivo incluir entre los proyectos de ley a presentar el
de creación de los centros de estudiantes. Lo que buscamos es que el Estado no
tenga a nivel nacional un rol pasivo sino que, por el contrario, se constituya
en garante de la creación y funcionamiento de los centros de estudiantes en las
escuelas públicas y privadas secundarias y de nivel terciario de toda la
República Argentina.
El disparador final ocurrió el año pasado, cuando el 23 de
marzo, durante un acto en una escuela privada confesional de la provincia de
San Juan, la alumna Micaela Lisola recibió veinticuatro amonestaciones por
haberse atrevido a recordar en un acto lo que significó la dictadura militar en
la República Argentina. Ella simplemente quiso contarles a sus compañeros cómo
terminaron los estudiantes de esos años que pelearon por los mismos ideales y
los mismos objetivos por los que ellos estaban peleando ahora.
En estos tiempos existen nuevos paradigmas donde la juventud
ha demostrado que estuvo y va a estar en nuestro país como un órgano
fundamental en los momentos de las grandes trasformaciones. Desde el Estado
nacional no nos podemos quedar con los brazos cruzados sin reconocer los
derechos adquiridos.
No podemos olvidar el caso de Micaela Lisola, una alumna del
centro de estudiantes de una escuela de San Juan, que fue invitada por la
presidenta de la Nación a los tres meses de haber sido sancionada en un acto
por la Memoria. La hizo subir al escenario y le entregó un proyecto para que no
se prohíba en el país la constitución de los centros de estudiantes. Haciendo
honor a la palabra de nuestra presidenta estamos dando los primeros pasos para
que el Estado se convierta en el garante de la creación y funcionamiento de los
centros de estudiantes en todo el país. (Aplausos en las bancas y en las
galerías.)
Para reconocer el alcance que el Estado le da al tema, pongo
en conocimiento de los señores diputados que vamos a reconocer a los centros de
estudiantes como órganos democráticos de representación; vamos a promover la
participación y garantizar la constitución de dichos centros, además de
garantizar su funcionamiento; vamos a arbitrar los medios a los efectos de que
en las instituciones educativas se ejecuten distintas acciones. Estamos
hablando de un proyecto que fue enriquecido con el aporte de los estudiantes de
los colegios Mariano Acosta, Carlos Pellegrini, Normal 7 y la UBA, a quienes
agradecemos especialmente su trabajo. (Aplausos y manifestaciones en las bancas
y en las galerías.)
Quiero agradecer por la sanción de este proyecto de ley a
quienes desde hace seis años han esperado. Quiero dar las gracias a nuestra
juventud que es lo mejor que tenemos como sociedad por su compromiso, valentía,
solidaridad y preocupación por el otro. Marcos Vignau, Franco Osuna, Johnny
Larrea, Ariel Pasamani, Guido Burgos, Mauro Pereira, Cristian y Miguel Piñeiro,
Bruno Mencia Villavicencio y Julieta Campo, muchas gracias por la colaboración
prestada, que hago extensiva a quienes también colaboraron con esta sanción. (Aplausos
prolongados en las bancas y en las galerías. Varios señores diputados rodean y
felicitan a la oradora.)
Sr. Presidente (Domínguez).- La Presidencia ruega a los
señores diputados que sean precisos en sus exposiciones y que respeten el
término del que gozan.
Tiene la palabra la señora diputada por la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires.
Sra. Brawer.- Señor presidente: hoy es un día histórico
porque hemos ampliado derechos para construir una sociedad más justa,
comprometida y solidaria.
Por primera vez hemos homenajeado a diputados desaparecidos
durante la dictadura; por primera vez el bloque mayoritario está conducido por
una mujer que se define como peronista y feminista. (Aplausos prolongados en
las bandas y en las galerías.)
Todos y todas tenemos derecho a prácticas de reproducción
asistida. Y en este momento estoy sumamente orgullosa de estar discutiendo este
proyecto de ley que reconoce los centros de estudiantes en todo el país. Les
reconoce a los jóvenes el derecho a organizarse y expresarse para defender sus
ideas.
Este proyecto de ley, que institucionaliza los centros de
estudiantes, va a posibilitar que su creación no quede al arbitrio de las
autoridades educativas o del funcionario de turno su organización. Todos van a
tener derecho a organizarse y a defender las políticas que consideren útiles
para la organización estudiantil y para la comunidad en la que viven.
Cumplimos con lo que establece la Convención de los Derechos
del Niño y del Adolescente de dejar de considerar a los jóvenes sujetos de
tutela para que pasen a ser sujetos de derecho.
En este reconocimiento que efectuamos ya hay un aprendizaje.
Ese aprendizaje se complementa con la tarea de los jóvenes para poder ser
elegidos y elegir a otros, para poder discutir, tomar decisiones y tener
pensamiento crítico. Digo esto porque a participar se aprende y la democracia
se construye.
Este proyecto no es sólo una apuesta a nuestros jóvenes y a
su responsabilidad sino al compromiso de los adultos a acompañarlos en este
proceso.
Entonces, si en todas las escuelas de nuestro país los
jóvenes aprenden a participar, tal vez de grandes no llamen “juventudes
hitlerianas” a cientos de miles de jóvenes que en esta década ganada…
(Aplausos.) …se comprometen militando con alegría, haciendo política, con
solidaridad.
Por esta alegría y por este compromiso de nuestros jóvenes
es que este proyecto que institucionaliza los centros de estudiantes es también
un homenaje a los cientos de adolescentes de 14, 15, 16 y 17 años que
desaparecieron durante la dictadura militar. (Aplausos.) Ellos van a volver a
estar presentes en cada asamblea y en cada reunión de centros de estudiantes.
Cada vez que en una escuela de nuestro país los jóvenes debatan y participen,
los compañeros estudiantes secundarios desaparecidos van a estar presentes.
(Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr. Oporto.- Señor presidente: también quiero sumarme a la
satisfacción de poder contar con una ley que reglamente los centros de
estudiantes a partir de tres proyectos de nuestro bloque y de un proyecto de
dos diputados de la oposición, con el apoyo unánime de la Comisión de
Educación.
No se podía esperar otra cosa de partidos políticos que
desde hace muchos años vienen haciendo políticas permanentes desde el
movimiento estudiantil.
Quiero reafirmar que esta iniciativa garantiza la
organización de los centros de estudiantes. Por lo tanto, desde hoy decimos a
los jóvenes presentes y a todos los otros que ustedes representan que a partir
de la sanción de esta ley nadie podrá prohibir que se organicen los centros de
estudiantes en sus escuelas. (Aplausos.) Ni autoridades ni directivos ni dueños
de escuelas, ya sean de gestión estatal o privada, van a poder prohibir la
organización de los estudiantes.
Pero también con esta ley se fomenta desde el Estado la
participación estudiantil y democrática. Entendemos que la República se salva
con más democracia. Cuando se amplían derechos, cuando se permite el voto desde
los 16 años, y cuando se pretende la educación obligatoria de la totalidad del
secundario, es porque queremos formar mejores ciudadanos.
Que los centros de estudiantes estén reglamentados por ley,
que garanticemos su organización y que impidamos cualquier obstáculo o
prohibición, significa un paso muy importante para democratizar no sólo el
sistema educativo sino la sociedad argentina en su conjunto.
Queridos jóvenes: estamos muy contentos de que este proyecto
hoy se vote en este recinto. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr. Grosso.- Señor presidente: en primer lugar, celebro este
momento. Una vez más este proyecto político, esta década ganada, este proceso
de transformación profunda nos convoca a construir un derecho más. Una vez más
estamos en este Congreso discutiendo, como hace un rato, la ampliación de un
derecho, el derecho a organizarnos.
Recién aplaudían mucho los pibes cuando el diputado
preopinante decía que nunca más nos van a prohibir organizarnos. Creo que los
pibes aplaudían porque siempre se ponen trabas.
Recuerdo que yo empecé a militar intentando armar el centro
de estudiantes de mi secundaria, la Escuela Media N° 6 de Villa Raffo, Tres de
Febrero. En ese intento recibimos una negativa de las autoridades.
Comenzamos organizándonos por una colecta solidaria, dado
que se había inundado una zona muy cercana a la escuela. Nos dimos cuenta de
que necesitábamos armar el centro de estudiantes, pero las autoridades se
volvieron a negar. Entonces peleamos, nos organizamos y hasta llegamos a tomar
el colegio; fuimos a la Inspección y al Consejo Escolar, y logramos nuestro
objetivo. Tuvimos que pelear para que las autoridades nos dieran el derecho que
teníamos de agremiarnos y defender nuestros propios intereses.
Salvando las distancias, allá por el año 2000 una de las
primeras peleas tuvo que ver con el refuerzo alimentario. Sí, en la Argentina
en el año 2000 los pibes tenían mucha hambre. Sí, en el año 2000 en mi escuela
más de un pibe se desmayó en la fila para saludar a la bandera porque tenía
hambre. Una década después, en esa misma escuela los egresados de quinto año de
la Escuela Media N° 6 recibían las netbooks. (Aplausos y manifestaciones en las
galerías.) Hubiese sido imposible empezar al revés. Hoy estamos discutiendo
este proyecto porque tenemos una década ganada en la espalda, hemos conquistado
y ganado derechos.
El último 25 de mayo la presidenta nos convocó a
organizarnos. En realidad, hace ya un largo tiempo que nos viene convocando a
la organización para la transformación. Esta década ganada no es un regalo de
nadie, es una conquista de nuestro pueblo bajo la conducción de esta presidenta
y de quien fue nuestro presidente, Néstor Kirchner. (Aplausos y manifestaciones
en las galerías.)
¡Tenemos que organizarnos para defenderla! ¡Tenemos que
organizarnos para ir por otra década más de derechos! ¡Compañeros y compañeras:
unidos la patria existe; organizados la liberación es posible! (Aplausos y
manifestaciones en las bancas y en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sr. Larroque.- Señor presidente: todavía sigo emocionado por
el homenaje rendido a los siete diputados víctimas del terrorismo de Estado, y
fundamentalmente por las palabras de mi compañero Wado, de quien tengo el honor
de ocupar su banca en este momento por un desperfecto técnico en la mía.
Hoy es un día histórico. Tal como lo decían los compañeros,
estamos discutiendo un proyecto de ley que profundiza la democracia al ampliar
derechos.
En otra sesión histórica debatimos el establecimiento del
voto a los 16 años, y lamentablemente no terminó como nos hubiera gustado.
Aquel día escuchamos cosas que nos avergonzaron y degradaron el debate. Por
ejemplo, alguien dijo que a los jóvenes se les iba a dar dinero o droga
–corríjanme si me equivoco‑ a cambio
de su voto.
- Manifestaciones en las galerías.
Sr. Presidente (Domínguez).- Silencio, por favor.
Sr. Larroque.- Poco tiempo después, como complemento de
aquella histórica ley del voto a los 16 años, nosotros venimos a dar a los
pibes una ley para que puedan organizar su centro de estudiantes en todas las
escuelas de la República Argentina. (Aplausos en las bancas y en las galerías.
Varios señores diputados rodean y felicitan al orador.)
¡Fíjense qué diferente, qué distancia hay entre el
pensamiento de uno y de otro! Y eso es porque nosotros creemos y confiamos en
la organización y en la participación. Creemos fundamentalmente en el pueblo,
pero dentro de él confiamos especialmente en los pibes y nos jugamos por ellos,
porque entendemos que no son ya el futuro sino el presente de esta patria, y
eso es lo que algunos no pueden entender. (Aplausos en las bancas y en las
galerías.)
Recuerdo cuando discutíamos hace algunos días respecto de la
participación en la elección del Consejo de la Magistratura el temor de algunos
diputados que exponían sobre la participación y la expresión de las mayorías.
No hay que tenerle miedo al pueblo. ¿Qué futuro puede tener un país si le tiene
miedo a la expresión de las mayorías? ¿Qué futuro puede tener un país si le
tiene miedo a la organización popular?
Lo que nosotros estamos buscando con esta ley es que los
pibes, desde chiquitos, desde jóvenes, aprendan a organizarse en el seno de su
educación secundaria. Como decía Leo recién, ¿qué cultura puede tener un
argentino, un habitante de esta tierra, si se le ponen obstáculos en la escuela
secundaria para poder participar y organizarse?
Eso es lo que venimos a garantizar: que los pibes y las
pibas en esta tierra tengan el pleno derecho de organizarse, participar y
debatir, sean de la idea que sean, porque esta ley, como todas las iniciativas
que se proponen en este Parlamento –por lo menos por parte de este bloque-, es
para todos, para los 40 millones de argentinos. No es para un partido político:
es para elevar la conciencia de un pueblo y su capacidad de organización,
porque -como dijo Wado al principio de esta sesión- necesitamos más política y
menos corporaciones. (Aplausos prolongados en las bancas y en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Pido a la barra que guarde
silencio, por favor.
Tiene la palabra la señora diputada por Buenos Aires.
Sra. Linares.- Señor presidente: hoy es un gran día. Hemos
aprobado una ley que llevaba mucho tiempo demorada, como es la de fertilización
asistida, y ahora estamos tratando esta otra a efectos de crear centros de
estudiantes por ley a nivel nacional, que es una deuda que en realidad tenía la
democracia con todos los jóvenes y adolescentes de la República Argentina.
Hoy estamos tratando aquí algo que han aclarado
perfectamente las diputadas Pilatti Vergara y el señor diputado Oporto, cuando
estaban leyendo parte de lo que establece la ley, que tiene que ver ni más ni
menos con la posibilidad de que los jóvenes y adolescentes puedan tener el
derecho a participar en todas aquellas instituciones públicas, y privadas de
gestión cooperativa y también privada, que hasta la fecha no lo han podido
hacer.
Uno se sorprende de conocer todos los días casos de jóvenes
que vienen a contarnos que en sus escuelas no les permiten armar los centros de
estudiantes. En realidad las autoridades no advierten los beneficios que les
generaría tener a los jóvenes organizados. Solo aquellos que hemos sido
militantes del movimiento estudiantil sabemos cuál es el aporte que hacemos
cada uno de nosotros en nuestra participación. Pero de alguna manera también es
verdad que posiblemente a algunos los pueda asustar la participación de los
jóvenes, porque uno les da la palabra, les permite que generen acciones, que
defiendan los derechos de sus compañeros y compañeras, en definitiva, que se
transformen en líderes sociales, políticos o religiosos, pero son los líderes
que esta sociedad necesita.
Hoy venimos aquí a defender, a apoyar y obviamente a aprobar
una ley que reivindica a los jóvenes y a los adolescentes con esta posibilidad
de participar. Pero también queremos decir que ojalá este Congreso pueda
reivindicar la Convención Interamericana de Derechos de Jóvenes y Adolescentes
que el país todavía no firmó y que de alguna manera nos da otra herramienta más
para que los jóvenes puedan todos los días hacer valer sus derechos, que muchas
veces, aunque ninguno de los aquí sentados lo queramos, son vulnerados y hasta
negados.
Para terminar, quiero brindar un homenaje a jóvenes de mi
generación que participaron en la trágica Noche de los Lápices. Me refiero a
Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, Francisco López Muntaner, María
Claudia Falcone, Víctor Triviño, Claudio de Acha y María Clara Ciocchini –que
era de mi ciudad-, que fueron algunos de los dieciséis jóvenes de entre 14 y 18
años que el 16 de septiembre de 1976 fueron secuestrados y torturados por el
solo hecho de querer defender el boleto estudiantil gratuito. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por Santa Fe.
Sr. Comi.- Señor presidente: desde el bloque de la Coalición
Cívica quiero apoyar enfáticamente este proyecto. La verdad es que vivimos en
una Argentina absolutamente fragmentada, donde muchas veces, producto de esta
confrontación de la cual alguna vez debiéramos tratar de salir, los jóvenes son
puestos en condición de culpables de muchas cosas. Más de una vez se los
responsabiliza de delitos y de tantas otras situaciones profundamente injustas
y absolutamente falsas.
Lo decíamos en el prólogo del debate sobre el derecho a
votar de los jóvenes de entre 16 y 18 años. Aprovecho para decir que yo también
lamento que se haya dado de esa manera y que algunos hayamos tenido que tomar
decisiones que iban en contra de lo que pensábamos producto más de las formas
que de las cuestiones de fondo.
En lo personal, siempre pensé y pienso –y lo ratifico en
esta decisión- que nada malo le puede pasar al país por el hecho de que los
jóvenes tengan más derechos y mayores niveles de participación. No son los
jóvenes los culpables de los problemas de los argentinos, sino los adultos, los
dirigentes y los que nos hemos equivocado en más de una oportunidad.
Reitero que nada malo le puede pasar a un país por otorgar
más responsabilidades, más derechos y más posibilidades de participación a los
jóvenes.
En lo personal, por venir del movimiento estudiantil, por
haber conocido la militancia universitaria y también por haber conocido –aunque
muy parcial o liminarmente- los primeros intentos de organización de los
centros de estudiantes secundarios, ¿cómo voy a estar en contra de una decisión
como esta? Por el contrario, estamos absolutamente a favor. En buena hora que
los pibes de todo el país discutan, hablen de política y formen los centros de
estudiantes.
Aquellos que tenemos la posibilidad de tomar decisiones
debemos ser muy responsables para no banalizar o no utilizar incorrectamente
estas herramientas, a efectos de no darle argumentos a los que utilizan estas
situaciones para decir cualquier cosa y para que la sociedad repita cualquier
cosa.
Por último, lamento profundamente que personas de mi partido
no estén aquí acompañando esta decisión. (Aplausos.) Me refiero a importantes
dirigentes de mi partido que banalizan este tipo de decisiones y las ponen en
la lógica de blanco o negro que tanto mal nos hace a los argentinos.
Por lo tanto, señor presidente, el bloque de la Coalición
Cívica va a apoyar este proyecto por las convicciones que hemos defendido toda
la vida.
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sr. Cardelli.- Señor presidente: hoy es un día en el que
este Congreso realmente ha impulsado direcciones que realmente son profundas y
de avance en el conjunto de nuestra sociedad.
Quienes hemos militado en el movimiento estudiantil y en la
educación somos conscientes de que la organización de los centros secundarios
constituye un paso trascendente. También somos conscientes de que solamente con
una ley se da un avance, pero hace falta una profunda promoción para que esto
se vuelva una realidad. Hay muchas experiencias donde se encuentran claramente
obstáculos para la organización de los centros estudiantiles en las propias
estructuras educativas.
Esta ley es trascendente no solamente porque promueve la
participación de los jóvenes y de los estudiantes sino también porque abre un
camino necesario para una profunda transformación educativa que apunta a la
democratización de la educación.
¡Qué bueno sería que este importante paso pueda ser
acompañado con algunos otros que nos lleven a democratizar el funcionamiento de
la escuela pública!
Desde nuestro bloque impulsamos con gusto este proyecto,
pero también decimos que nos queremos comprometer con pasos mayores que
concretamente se vinculan con la democratización de la escuela pública. Es
decir, no se trata solamente de que los estudiantes puedan organizar sus
centros sino que sería bueno que pudiésemos llegar a la idea de que la escuela
pública sea conducida por consejos escolares donde participen estudiantes y
profesores elegidos por sus propias bases. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por Córdoba.
Sr. Negri.- Señor presidente: seré muy breve.
Creo que estaría mal que diga que he pedido la palabra para
adherir; nosotros somos parte de esta ley. Consideramos que este es un orden
absolutamente natural.
Los propios fundamentos del proyecto destacan claramente la
historia, el origen y el nacimiento a fines de siglo de esta práctica. Desde la
autonomía universitaria, de nuestra organización ha salido una pléyade de
demócratas y de dirigentes, y algunos fueron a otras fuerzas políticas.
En 1905 ya se reconocieron los primeros centros de
estudiantes en la Capital Federal, en La Plata y en otros lugares en el ámbito
de la universidad. No sería novedad decir que por encima del reconocimiento
legal la búsqueda incesante de la utopía por parte de los estudiantes, la
natural rebeldía, la no complicidad con el pasado, la idea de arriesgar y de
soñar nos llevaron a luchar por una educación abierta, pública y libre. En eso
consiste la reforma del 18.
¿Cuántas veces escuchamos nosotros la expresión “Obreros y
estudiantes unidos adelante” en la época de la dictadura? Muchos de los que
estamos sentados aquí fuimos fundadores de centros de estudiantes en la
secundaria hace unos cuantos años. A mí no me resulta extraño. También algunos
fueron fundadores de centros de estudiantes ni bien se abría una nueva
universidad.
Esos centros de estudiantes tenían algunas características
particulares: el espíritu colectivo y la solidaridad, entre otras. No había
financiamiento público ni privado. Era el esfuerzo y los sueños de los
estudiantes, de las cosas más simples, como podía ser un viaje a las
reivindicaciones generadas por un acto de rebeldía, de desigualdad, de un
alumno frente a otro, de quien dirigía la educación frente a los alumnos o el
reclamo de un carácter más abierto y participativo en la educación.
Es decir que para generaciones enteras esto no es una
novedad; en todo caso, es la consolidación en lo formal y sustancial a fin de
que a nadie se le ocurra en este siglo prohibir que los estudiantes se
organicen. Esto sería algo así como una miopía o un retroceso que no tiene
espacio ni siquiera hacia atrás.
Nuestra fuerza política, con sus errores y sus aciertos,
siempre ha reivindicado los organismos de masa. Es más, hemos procurado que el
principio de la pluralidad sea sostenido en esos sueños de utopía cuando se es
joven. Eran cosas comunes, sueños comunes, sin importar el origen. Esto era lo
que nos pasaba cada vez que llegábamos a la facultad, nos hacíamos amigos,
soñábamos igual y participábamos en centros de estudiantes, votábamos a nuestra
manera, aunque no nos dejaran. Aún durante la dictadura se votaba como un
testimonio de rebeldía, a escondidas, con cajas de cartón en la facultad o en
los últimos años de la escuela secundaria.
Estos son los principios que debemos cuidar, que se
consolidan en esta ley, y que deben concluir en una sesión que no signifique la
biblia o el calefón, el triunfo de unos o de otros. Sería casi una
irresponsabilidad de mi parte reivindicar cuántos años hace que nuestro partido
reconoce en todo el país a la Organización Radical de Estudiantes Secundarios o
a Franja Morada. ¿Para qué lo haría? Nosotros no invitamos a nadie para que nos
aplauda.
Con el mayor de los respetos, el mejor homenaje que queremos
hacer es poner al servicio de esto el éxito que ha significado poder
organizarse, aunque no existiera la ley e incluso en contra de la voluntad de
algunos sectarios que no lo permitían. Nuestra experiencia fue la solidaridad;
defendernos como estudiantes, soñar igual, organizados, y no pedir plata a
nadie sino juntarla entre todos para seguir soñando y defendiendo nuestros
derechos. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr. Tunessi.- Señor presidente: en la reunión de la Comisión
de Labor Parlamentaria habíamos acordado un tratamiento más rápido para esta
iniciativa.
Con mucha atención hemos escuchado la reivindicación de una
norma –quiero ser sincero y honesto- que no asesinó tardíamente lo que en la
realidad ya ocurría, respecto de la lucha histórica de los estudiantes, antes,
durante y después de la dictadura, y en tiempos difíciles. La lucha continúa,
no empezó ahora.
En la Cámara de Diputados escuché decir que don Arturo
Sampay, inspirador de la Constitución de 1949, sostenía que no consideraba el
derecho de huelga como constitucional, porque ya estaba contemplado dentro del
derecho natural de la asociación de los trabajadores. Era preexistente al
derecho, y no hacía falta incluirlo. ¿Acaso vamos a creer que concedemos un
gran derecho reconociendo lo que en la realidad ya ocurría desde hace mucho
tiempo por la importante lucha de los estudiantes en las universidades, en las
calles, en las escuelas secundarias, que el radicalismo siempre reivindicó?
¡Desde el frente radical de estudiantes secundarios, hemos
defendido la Organización Radical de Estudiantes Secundarios y Franja Morada, a
partir de los albores del siglo pasado, con la lucha de los estudiantes que han
protagonizado con su vida la reconquista de la democracia. Han luchado por el
boleto estudiantil, por una escuela menos dictatorial, menos enciclopedista y
más democrática!
¡Venimos desde los albores con las banderas de la lucha por
la reforma universitaria! ¡Se trata de votar una ley simple en épocas en que se
quieren dividir las organizaciones juveniles que no son afines al gobierno!
¡Porque también hay que decir que nos han creado una FUA
paralela porque no pueden ganarle en la universidad a Franja Morada; nos
quieren arrebatar la Federación Universitaria. Entonces, hay que contar toda la
verdad!
Nosotros nos alegramos enormemente de esta lucha, pero no
creemos que le estemos haciendo ninguna concesión. No es una concesión
graciosa. Es casi absurdo que a treinta años de la democracia recién se nos
ocurra dictar una ley que va a reconocer la existencia de lo que ya existe por
derecho propio y por luchas que vienen existiendo desde hace mucho tiempo y que
reivindicamos, no de una parcialidad sino del campo popular, al que
pertenecemos.
¡Reivindicamos esas luchas juveniles, y estamos a favor de
la movilización, de la concientización y de la organización de los jóvenes en
el colegio secundario, porque de allí venimos, de ese lugar provenimos. Todos
nosotros hemos politizado y luchado desde ese lugar!
No es sino estatuir un reconocimiento que existe. Tenemos
que rendirle más homenaje que una ley de esta naturaleza, que por supuesto
vamos a votar. Y quiero terminar diciendo, como aquellos jóvenes morados de la
Universidad de Córdoba: para nosotros, los radicales, los dolores que nos
quedan son las libertades que nos faltan. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra la señora
diputada por Chaco.
Sra. Mendoza (S.M.).- Señor presidente: me parece que el
diputado preopinante no escuchó o no leyó el proyecto de ley, porque realmente
tergiversó absolutamente las fundamentaciones que se hicieron sobre el mismo.
Por ahí lo invitaría a que lo leyera primero antes de hacer una historia de
Franja Morada. Yo la he compartido, no desde Franja Morada sino desde la
Juventud Universitaria Peronista, habiendo competido.
Pero considero que no estamos tratando hoy ese tema. Insisto
en que se trata de otro derecho más en este proyecto nacional y popular. Yo
básicamente voy a apoyar todos los derechos constitucionales que correspondan,
como el voto a los 16 años y esta creación y legalización de los centros de
estudiantes, como proyecto nacional.
Hay que entender algo que parece que algunos legisladores no
entienden: nuestro proyecto popular y nacional que condujo Néstor Kirchner y
que conduce nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que es un
orgullo para nosotros, es para los cuarenta millones de argentinos. (Aplausos
en las bancas y en las galerías.)
Nos veremos en las urnas muy pronto. (Aplausos en las bancas
y en las galerías.)
Con humildad, con nuestro trabajo, con nuestro sentir de
justicialismo, además de haber podido lograr derechos constitucionales, me
gustaría decirles a los jóvenes radicales, a aquellos que conocí en la Franja
Morada, ¿por qué no cultivan más lo que cultivaban en esa época en que yo
militaba? (Aplausos en las bancas y en las galerías.)
No es culpa nuestra, señor presidente, que el radicalismo
–un partido al que considero popular e histórico‑ haya perdido a la juventud. (Aplausos en las bancas y en las
galerías.) Se olvidaron de esos jóvenes que luchaban, y con los que competíamos
libremente en elecciones democráticas. (Aplausos en las bancas y en las
galerías.)
Nosotros, el justicialismo, que hoy representa el de Perón y
Evita, el de Néstor y Cristina, vamos a estar con los jóvenes. (Aplausos en las
bancas y en las galerías.) Vamos a estar con los derechos humanos y
constitucionales adquiridos. No compramos votos jóvenes. Es mentira. (Aplausos
en las bancas y en las galerías.)
Hemos formado parte de la juventud peronista secundaria y
universitaria. Yo no me fui como frente en el Chaco. Me fui a pesar de que no
estaba de acuerdo. Me fui a la morgue de Medicina a pintar. Tenía 16 años y con
mucho orgullo fui a votar a la Juventud Universitaria Peronista. ¡Vamos por los
derechos! (Aplausos en las bancas y en las galerías. Varios señores diputados
rodean y felicitan a la oradora.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra la señora
diputada por Buenos Aires.
Sra. Puiggrós.- Señor presidente: se podría hablar mucho
tiempo sobre lo que ha dicho la pedagogía moderna sobre la participación de los
jóvenes, a quienes consideramos hoy como sujetos de derecho, porque está
ampliamente fundamentado y ha sido además materia de luchas: luchas de los
jóvenes, de los estudiantes, en muchos lugares del mundo occidental y durante
todo el siglo XX.
Pero además nosotros registramos en nuestra historia las
luchas de los socialistas desde principios del siglo pasado; en la década del
20 la lucha de los estudiantes mendocinos, encabezados por la famosa pedagoga
Florencia Fossati, en pos de tener representación política y de que los
estudiantes pudieran tener representación y voz política en las instituciones
de enseñanza, y luego para que pudieran tener voz en las contiendas de orden
político que afectaban su vida y su quehacer.
Sobre esto hay una larga tradición socialista, demócrata
progresista, radical y también una tradición peronista. La Unión de Estudiantes
Secundarios se creó durante el peronismo del 46 al 55. Hoy, desde mi banca de
diputada de la Nación, quiero dedicar mi voto afirmativo a este proyecto de ley
a Pablo Slemenson, secretario general de la Unión de Estudiantes Secundarios en
1973, que es uno de los compañeros desaparecidos. (Aplausos.)
Este ha sido un día de muchas emociones y me resulta difícil
hablar después del homenaje que con tanta justicia se le rindió a los
compañeros diputados muertos o desaparecidos por la dictadura militar. Por eso,
quisiera agregar a ese homenaje a Pablo Slemenson, y de este modo recordar las
luchas y los objetivos que Pablo tenía muy en claro. Digo esto porque con mucho
orgullo podemos señalar que seguramente Pablo hoy aplaudiría la sanción de este
proyecto junto a nosotros y a los miles de estudiantes secundarios que en
aquellos años 70 pelearon y dieron la vida por un país mejor. Todos esos
objetivos hoy los verían concretarse en los programas de alfabetización, en los
programas FinEs, en la asignación universal, en las 1.600 escuelas que se
construyeron, en las 3 millones de computadoras que se entregaron a los jóvenes
y en el hecho de poder votar a los 16 años, que es una medida con la que hemos
coincidido la gran mayoría de los presentes.
Por otra parte, debo decir que días pasados me emocionó
sobre manera ver en la Universidad de La Plata a miles de jóvenes que hacían
extensión universitaria sustituyendo incluso a algunos organismos del Estado
provincial que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Lo hacían con
una enorme responsabilidad social y, de esa manera, se constituían en herederos
de las luchas de tantos sectores, de tantos estudiantes y de tantas
generaciones.
Por lo tanto, no tiene sentido plantear si nos apropiamos o
no de los centros. Todos queremos que los jóvenes sean protagonistas y que haya
una nueva generación que diga lo suyo y se concrete la existencia de espacios
en los que se institucionalice su presencia activa, legal y legítima en toda la
sociedad. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Antes de pasar a la votación
voy a ceder el uso de la palabra al señor diputado Cardelli, que desea hacer
una aclaración sobre la votación del tema que tratamos con anterioridad.
Sr. Cardelli.- Señor presidente: simplemente deseo señalar
que nos habían informado que el tema que se trató con anterioridad se iba a
votar a las 19. Por esa razón los integrantes de mi bloque salimos del recinto
por unos minutos para hacer una gestión y cuando regresamos nos encontramos con
que el tema ya se había votado.
Por esa razón quiero dejar constancia –en consonancia con lo
que manifesté durante mi exposición‑ de que la
totalidad de los integrantes de este bloque íbamos a votar afirmativamente el
proyecto de ley sobre fertilización asistida. (Aplausos.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Se toma nota de su aclaración,
señor diputado.
- Se va a votar nominalmente en general y en particular.
- Conforme al tablero electrónico, sobre 189 señores
diputados presentes, 188 han votado por la afirmativa.
Sr. Secretario (Bozzano).- Se han registrado 188 votos por
la afirmativa y ninguno por la negativa. (Aplausos prolongados en las bancas y
en las galerías.)
Sr. Presidente (Domínguez).- Se deja constancia del voto
afirmativo de la señora diputada Pilatti Vergara.
Sr. Presidente (Domínguez).- Queda sancionado el proyecto de
ley. (Aplausos prolongados en las bancas y en las galerías.)
Se comunicará al Honorable Senado.
La Presidencia solicita al público que, por favor, guarde
silencio para que podamos continuar con el tratamiento del plan de labor.
REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA (PROVISIONAL)
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
Período 131º
12º Reunión – 6º Sesión ordinaria – 3 de
julio de 2013
C.D.-8/13
RECONOCIMIENTO DE CENTROS DE ESTUDIANTES COMO ÓRGANOS
DEMOCRÁTICOS DE REPRESENTACIÓN ESTUDIANTIL
Sr. Presidente. – Corresponde considerar el proyecto de ley
en revisión contenido en el expediente CD-8/13, por el cual las autoridades
jurisdiccionales y las instituciones públicas de nivel secundario, los
institutos de educación superior e instituciones de modalidad de adultos,
incluyendo formación profesional, de gestión estatal y privada, gestión
cooperativa y gestión social, deben reconocer los centros de estudiantes como
órganos democráticos de representación estudiantil.
Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso.
Sra. Negre de Alonso. – Señor presidente: ¿tiene dictamen
este proyecto?
Sr. Presidente. – No.
Sra. Negre de Alonso. – Lo pregunto, porque me parece que
este es un proyecto que debería debatirse en la Comisión de Educación y Cultura:
escuchar a los representantes, a los centros de estudiantes; ver qué significa
gestión social y cooperativa; saber si es obligatorio o no; qué significa ir a
la autoridad jurisdiccional, a qué autoridad jurisdiccional.
Yo pido que lo tratemos en comisión. Le solicito al
presidente de bloque de la mayoría que debatamos el proyecto en la Comisión de
Educación y Cultura para ver sus implicancias.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora
Borello.
Sra. Borello. – Señor presidente: estoy de acuerdo con la
senadora. Es un proyecto muy importante desde el punto de vista educativo y,
sobre todo, cívico. No lo tenemos en el orden del día. No tenemos el proyecto;
no está impreso.
Si bien parece una cosa sin importancia, los centros de
estudiantes son importantísimos dentro de las escuelas y en todos los niveles:
en el primario, en el secundario y en el superior –no en el universitario,
porque las universidades son autónomas–. Es un elemento importantísimo desde el
punto de vista cívico.
Señor presidente: creo que es muy importante la moción de
que el tema pase a la Comisión de Educación y Cultura, para que lo podamos
debatir y podamos obtener el dictamen, dada la trascendencia del proyecto.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Morandini.
Sra. Morandini. – Señor presidente: en el mismo sentido de
lo que sucede cuando hacemos estas sesiones maratónicas, yo también apruebo la
moción de que vuelva a comisión, a fin de que se dé el debate necesario.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador
Pichetto.
Sr. Pichetto. – Hemos incorporado otros temas; no es el
único asunto que hemos agregado. Y hemos tenido voluntad colectiva de construir
consenso.
Quiero decir que este proyecto fue votado por unanimidad en
la Cámara de Diputados. Todos los bloques lo aprobaron, así que no debe tener
nada que pueda beneficiar a un sector político. Reitero que se votó por
unanimidad. Me parece que no tiene ninguna objeción de tipo institucional y,
además, fortalece el espacio de los jóvenes en las escuelas. Así que nosotros
vamos a mantener nuestra posición respecto de que se habilite sobre tablas para
votar.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Filmus.
Sr. Filmus. – Primero pediría que se procediera con la
habilitación del tema sobre tablas, como solicitó el señor senador Pichetto.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora
Morandini.
Sra. Morandini. – Con respecto a la reflexión que hacía el
senador que me antecedió en el uso de la palabra, me parece que se confunde
unanimidad con consenso. Una cosa es que votemos todos juntos y otra cosa es
construir el consenso. Yo sé que se desprecia el consenso, pero dentro del
sistema democrático es necesario construirlo.
Entonces, me parece importante insistir en que el tema
cuente con dictamen de comisión. Porque no es lo mismo unanimidad que consenso.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Cano.
Sr. Cano. – Señor presidente: desde nuestro bloque queremos
hacerle un pedido a la bancada del Frente para la Victoria. En términos
generales, estamos de acuerdo, así que podemos comprometernos a tratar el
proyecto en la sesión del 31 de julio, con dictamen de comisión.
En mi caso, y en el de varios senadores, no conocemos la
iniciativa. Por una cuestión de técnica legislativa, a quienes formamos parte
del bloque de la Unión Cívica Radical nos gustaría debatirlo en la comisión,
darle el dictamen y aprobarlo en la sesión del 31 de julio.
Venimos aprobando todos los temas por unanimidad y me parece
que sería sano para la decisión del cuerpo debatir esto en la comisión. Este es
el pedido que le hacemos al presidente del bloque del Frente para la Victoria.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Mayans.
Sr. Mayans. – Señor presidente: después de este tema quiero
decirle algo con respecto a un temita del Mercosur.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora
Fellner.
Sra. Fellner. – Señor presidente: solamente para hacer una
aclaración: el tema se debatió en la comisión. Y quiero recordarle a la
senadora Borello que ella habló, justamente, de Córdoba y de la gran
experiencia que allí había con los centros de estudiantes. Así que se debatió
en la comisión.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora
Borello.
Sra. Borello. – Señor presidente: creo que es importante que
hagamos un análisis intensivo de este tema. No es por una cuestión política. Es
un proyecto muy importante. Esta iniciativa está direccionada hacia los
adolescentes, hacia la juventud y, quizá, si la analizáramos un poco más,
tendríamos la posibilidad de enriquecerla. Sólo pido el tratamiento en la
próxima sesión y que la estudiemos bien, porque no está bien analizada.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Negre
de Alonso.
Sra. Negre de Alonso. – Señor presidente: además, no está
aquí la presidenta de la Comisión de Educación y Cultura. Y me gustaría que me
aclarara qué significa gestión cooperativa, gestión social.
Sé que en la Cámara de Diputados hubo un gran movimiento
cuando se trató esto y que asistieron los centros de estudiantes y autoridades
educativas. Es más, hay una institución que nuclea a los directivos del
secundario. Pero no se qué significa la gestión social. ¿A quién incluye la
gestión social?
Además, no está la presidenta de la Comisión de Educación y
Cultura; no ha sido debatido en la comisión –no voy a dudar de la palabra de la
senadora, pero lo que quiero decir es que no se emitió dictamen– y estamos
tratando sobre tablas esta cuestión.
¿Quién me aclara la terminología? No está la presidenta de
la Comisión para que diga si se pueden hacer modificaciones o no.
Entonces, comprometámonos a tratarlo el 31 de julio y
pidámosle a la presidenta que cite a la comisión.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Cano.
Sr. Cano. – Señor presidente: quiero reiterar que estamos
haciendo simplemente un pedido. No sé si ha tenido debate este tema, como dijo
la senadora Fellner, pero no tiene dictamen y no fue establecido en la reunión
de labor parlamentaria. Se incorporó hoy en esta sesión.
Entonces, por una cuestión de forma, pedimos que se trate en
la próxima sesión. Simplemente eso.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Filmus.
Sr. Filmus. – Señor presidente: en primer lugar, quiero
señalar que como acaba de expresar la senadora Fellner, este tema se debatió en
la Comisión de Educación y Cultura; y discutimos allí distintas posiciones.
Pero deseo aclarar a qué se refiere este proyecto de ley,
que tiene origen en diferentes iniciativas de distintos bloques de la Cámara de
Diputados. Entre otros, por ejemplo, del bloque de la diputada Linares y del
diputado Peralta. Aunque también de las otras bancadas hay muchos proyectos con
respecto al funcionamiento de los centros de estudiantes.
Quiero hacer dos aclaraciones. La ley de educación nacional
26.206, que fue votada en este Senado de la Nación, en su artículo 126 ya
plantea muy claramente este tema, en cuanto dispone que son derechos de los
alumnos y de las alumnas integrar centros, asociaciones y clubes de estudiantes
u otras organizaciones comunitarias para participar en el funcionamiento de las
instituciones educativas, con responsabilidades progresivamente mayores, a
medida que avancen las franjas etarias.
Entonces, este tema es la especificación respecto de algo
que está planteado en la ley. Y le quiero decir a la señora senadora Negre de
Alonso que para esas dos definiciones –cooperativa y social– hay que remitirse
a la ley de educación nacional, la cual tuvo el voto casi unánime de esta
Cámara, dado que sólo tuvo tres votos en contra, uno de los cuales fue el de la
senadora y los otros dos, de los senadores que en aquel momento representaban a
la provincia de Tucumán; en ese momento, me tocó ser ministro de Educación.
Entonces, cuando la ley de educación define los tipos de
organización, incorpora a esos conceptos. Porque no es lo mismo. Antes había
educación privada y pública, pero como justamente han surgido otros tipos de
educación –la cooperativa y la social–, entonces la ley de educación nacional
las incorpora en su definición.
La norma en tratamiento hace referencia justamente a la ley
26.206, que habla de educación cooperativa y social, a tal punto que se han
armado en distintas provincias áreas específicas para este tema. Y lo único que
hace, puntualmente, es plantear quiénes tienen la responsabilidad de organizar
los centros de estudiantes, lo cual ya está planteado en la ley de educación
nacional.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Linares.
Sr. Linares. – Señor presidente: quiero contribuir a
realizar una reflexión. Creo que ninguno aquí ha planteado objeciones.
En primer lugar, la sanción de esta norma no tiene una
urgencia tal que merezca que hoy mismo la tratemos.
En segundo término, no hay objeciones. Lo que se pide aquí
es, simplemente, pasar el tratamiento de este proyecto una sesión, para que
quienes no han integrado o no tienen representación en la Comisión de Educación
y Cultura puedan analizarlo.
Yo conozco el proyecto de la diputada Linares, obviamente,
pero me parece que aquí, de ninguna manera, hay una objeción política grave a
este tema, simplemente lo estamos pidiendo en función de la urgencia y del
pedido que ha hecho también la señora senadora Liliana Negre de Alonso, avalado
por el señor senador Fernández, en cuanto a la correspondencia con Diputados,
para ver si hablaba usted con alguien a fin de que haya un correlato con lo que
nosotros trabajamos acá. Es necesario verlo, analizarlo y comprometernos a
tratarlo sin ningún tipo de problema. No hay ninguna otra objeción.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador
Pichetto.
Sr. Pichetto. – Realmente hemos actuado con un criterio de
flexibilidad. Hemos votado la incorporación de normas de salud que serán
altamente onerosas sin dictamen. Póngalo a votación, señor presidente, y si no
tenemos número no lo tratamos, a otra cosa. ¿Pero sabe qué pasa? No podemos
medir con una vara una cosa y cuando nosotros queremos algo, no. Entonces, no,
así no se juega. Juguemos con reglas. Hemos acordado un plan y hemos ampliado.
Son todos proyectos que vienen votados por unanimidad de la Cámara de
Diputados. Ahora no los podemos votar porque alguien dijo que no. Póngalo a
votación: si no tiene dos tercios, no los tiene.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Negre
de Alonso.
Sra. Negre de Alonso. – Simplemente, quería hacer una
acotación, no quería hablar después del señor senador Pichetto, por eso le
hacía señas.
Sr. Presidente. – No, pero no está cerrando como jefe de
bloque.
Sra. Negre de Alonso. – En primer lugar, como recién me puse
a ver esto, no sabía de quiénes son los proyectos ni quiénes han participado.
Puede haber participado también el bloque Compromiso Federal, no lo sé. Lo que
sí, presidente, tengo dudas respecto de las autoridades jurisdiccionales. ¿A
qué me estoy refiriendo? Porque si me estoy refiriendo a la IGJ, en mi
provincia no es jurisdiccional sino que es administrativa, por ejemplo.
Entonces, hay dudas…
Sr. Presidente. – Quedaron planteadas…
Sra. Negre de Alonso. – Es simplemente una petición al señor
senador Pichetto.
Sr. Presidente. – Sí, ya quedó planteada.
Sra. Negre de Alonso. – Otra cosa: lo de la unanimidad. El
tema de los presos políticos también se había votado por unanimidad en la
Cámara de Diputados y miren lo que pasó.
Sr. Presidente. – Me parece que es distinto el origen de la
demora.
Tiene la palabra el señor senador Morales.
Sr. Morales. – Reconocemos la actitud que ha tenido el
bloque mayoritario para tratar los temas, pero digo que en la segunda parte de
la sesión lo que hemos hecho ha sido tratar temas consensuados. La verdad es
que hay un fuerte consenso en esto. Nosotros, como fuerza política, desde el
año 1983 venimos militando en centros de estudiantes en los secundarios.
– Varios señores senadores hablan a la vez.
Sr. Morales. – Tenemos un gran consenso, particularmente en
institucionalizar el instituto de centros de estudiantes en los secundarios y
terciarios.
Ahora bien, lo que se le está pidiendo al oficialismo es que
pasemos el tema para la próxima sesión, logremos un gran consenso y lo
aprobemos por unanimidad, como queremos hacerlo todos. Es un pedido. Hasta aquí
hemos venido –en esta parte de la sesión– con todo consensuado. Está hecho un
pedido y eso es lo que estamos pidiendo al bloque mayoritario: el tratamiento
en la próxima sesión.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador
Pichetto.
Sr. Pichetto. – Ponga el tema a votación.
– Varios señores senadores hablan a la vez.
Sr. Presidente. – Vamos a poner a votación la moción de
habilitación sobre tablas. Lo haremos electrónicamente porque requiere los dos
tercios...
Sr. Petcoff Naidenoff. – Para la habilitación.
Sr. Presidente. – …para que la cuenta sea bien clarita.
Ya pueden votar.
– Se practica la votación por medios electrónicos.
Sra. Borello. – Me equivoqué en el voto.
Sr. Presidente. – La señora senadora Borello va a cambiar el
voto.
La traicionó el subconsciente. (Risas.)
Sr. Secretario (Estrada). – Resulta aprobado por 34…
Sr. Presidente. – No, 34 no. Son 33 votos entonces. Se
requerían 32.
– El resultado de la votación surge del acta
correspondiente.
Sr. Presidente. – Por lo tanto, vamos a poner a votación el
proyecto en general y en particular en una sola votación.
Ya pueden votar.
– Se practica la votación por medios electrónicos.
Sr. Secretario (Estrada). – Aprobado por unanimidad.
– El resultado de la votación surge del acta
correspondiente.
Sr. Presidente. – Resultó aprobado por unanimidad. Por lo
tanto, queda definitivamente sancionado el proyecto de ley. Se harán las comunicaciones
correspondientes.